En la Casa de los Teatros presentaron la última función de la temporada de Anónima, autoría de Paco Reyes, joven dramaturgo y director Oaxaqueño. Con las actuaciones de Reyes y Rodrigo Vargas, las canicas y las naranjas verdes son objetos clave en el desarrollo de la obra. En una tarde fría, dos personajes se encuentran. Cumpliendo su promesa, uno de ellos (A) llega buscando al otro (B), y éste ignora quién es el primero. De pronto, sólo son dos desconocidos de ojos claros en proceso de conocerse, uno del campo y otro citadino. Juntos comparten, crean y recrean recuerdos para olvidar. Un diálogo entre memorias y olvidos de dos personas, malos recuerdos que no quieren irse, amnesia, los otros que ríen, que no paran de burlarse de ellos y que están al acecho de sus recuerdos, encapsulados en canicas que los desconocidos atesoran.
"¿Quieres ser mi hermano?". Le dice A a B, mientras que B le responde: "¿quieres ser mi padre?". Ambos juegan esos roles. Uno no soporta el silencio y otro es incapaz de expresar sus emociones. Una naranja verde es compartida y luego escupida. Los recuerdos van cambiando, se van perdiendo en el carrusel de la memoria y de la vida, en el que ambos giran, en el que se acercan y se alejan de ellos mismos y del otro, para después regresar al miso punto en que iniciaron: dos extraños que recuerdan y olvidan con la misma intensidad.
Una obra sobria, con una notable dramaturgia, que nos lanza a la introspección y reflexión sobre lo efímero de nuestra memoria individual y colectiva, de nuestra existencia. Esperamos que Anónima regrese pronto, como los malos recuerdos.
Karina Ruiz Ojeda
El Jolgorio Cultural
Julio 2010. Num. 27
13/VI/2010
Oaxaca, Oax.